domingo, 13 de mayo de 2018

TROFEO PARA LÓPEZ EN PUQUIO

A base de pundonor y nunca desmayar, le arrancó una oreja al trémulo que cerró la tarde. La corrida adoleció de casta y todo lo tuvieron que hacer los toreros. Pardo hizo inteligente planteamiento al 4° pero marró a espadas, y Soto hizo mucho con ponerse delante de dos impotables resolviendo sin renunciar a sus finas maneras. 

(Desde Puquio, Ayacucho, textos y fotos de Juan Medrano Chavarría) 


La fiesta va entrando en materia. Y Ayacucho, otro de sus baluartes, tiene muchos pueblos y muchas ferias. Una de las más importantes de este taurinísimo departamento del sur peruano, es la del Señor de la Ascensión, que se celebra en Puquio, capital de la provincia de Lucanas. 

Esta vez la plaza Antonio Navarro no lució como en otras tardes. Poco público y algunos problemas en la organización, que a falta de dinero tuvo que improvisar y completar la corrida con toros de una de las ganaderías de Parinacochas, la del señor Javier Taboada, lidiados 2° y 3°, que dieron guerra, arreando sin clase pero con ese punto de emoción que requiere la fiesta para no caer en la monotonía y perder su esencia. Los de Salamanca 1°, y San Pedro, 5° y 6°, dijeron poco y el de Iván Rodríguez corrido 4°, cumplió pero nunca rompió a pesar de la buena lidia que le dio el caldense Cristóbal Pardo

Lo más importante de la tarde corrió por cuenta de Luis López, que es un torero que no se guarda nada y sale a por todas cada tarde. A su 1° de Colorado lo recibió a portagayola y le porfió en tablas para sacarle lo que no tenía, aguantándole cabezadas y tarascadas. Al 6°, de San Pedro, que tampoco quería y berreaba su endeble condición, lo puso contra las cuerdas y aunque tardó en entenderlo, finalmente impuso sus condiciones arrancándole una oreja, con fuerte petición de la segunda, que fue el justo premio a su tesón y voluntad indomables. 

Pardo estuvo solvente con un lote que misérrima condición. El 1°, de Salamanca, iba sin son y sin hacerse notar. Lo mató bien pero nadie se percató de ello, ni el juez. Al 4°, que por el pitón derecho tenía algún fondo, le extrajo muletazos de muy buen trazo. Lástima que al entrar a matar el animal perdió una mano y la espada le cayó baja. Oliva Soto resolvió sin descomponerse las papeletas de los dos impotables que sorteó. El primero tenía nervio pero para arrollar, y el 5° pasaba sin decir nada. Así que nos perdimos la ocasión de ver el duende de este gran torero de Camas. 

Ficha. Sábado día 12 de mayo de 2018. Corrida de toros. Tarde soleada con algo menos de tres cuartos de entrada. Reses de Salamanca, San Pedro y Colorado, disparejos de presentación y juego. Cristóbal Pardo (Verde Hoja y Oro) Estocada en lo alto, palmas. Estocada baja, vuelta al ruedo. Oliva Soto (Celeste en Azabache) Estocada caída, vuelta al ruedo. Dos pinchazos hondos, dos descabellos, silencio. Luis López (Lila y Oro) Estocada delantera, cuatro descabellos, palmas tras un aviso. Estocada delantera y caída, oreja. 


 El 1° de Cristóbal Pardo casi no tenía aliento...

 Y a su 2° le construyó faena de conocimiento, aseada y templada, irrefrendada con la espada.

 Dando una vuelta al ruedo entre palmas.

 Oliva Soto sorteó un lote a contraestilo...

 Pero mostró dominio y algo de ese especial gusto que tiene en su sangre andaluza para torear.

 Y la gente también lo reconoció.

 López levantó los ánimos de la plaza con el 3°...

 Doblándose con poder y torería...

 Y arreando siempre, sin reparar en la mala clase de su enemigo...

Fue el justo triunfador de la tarde, paseando una oreja del 6° entre sombras.