lunes, 24 de noviembre de 2014

MACHO, A COJONES

Adame revivió en Acho el toreo bueno de todos los tiempos, acabó con los tópicos y salió por la puerta grande de la bicentenaria. Los españoles, sin el toro a modo, no dieron la talla y sólo Del Álamo le puso casta en el que cerró la tarde. Seria, con poder y entipada la corrida de Achury, aunque algunos mansearon en varas y otros llegaron sin clase a la muleta. Al maestro Ponce le obsequiaron otro escapulario y un toro que no fue picado y apenas lidiado aclamado como el mejor toro de la feria ¿? Cuándo dejaremos de ser los reyes de la mediocridad y la obsecuencia…? 

(Textos: Juan Medrano Ch. Fotos: Miguel Pardo N. Especial para Perú Toros y revista Fiesta Brava)


Un torero chaparrito, medio desgarbado y con pinta de parroquiano puso boca abajo Acho la tarde del último domingo. Sabíamos a lo que venía, porque este no sabe dejarse ganar la pelea por nadie y no vive de los mitos sino de la realidad, y la realidad hoy por hoy es la de la muleta bien puesta, el aguante quieto y el mando para hacer el toreo a todos los toros, como en los viejos tiempos.