domingo, 2 de noviembre de 2014

GESTA DE FANDIÑO EN ACHO

Se jugó el tipo y nos recordó que el toreo es grandeza. Mansa, descastada, con peligro e impresentable para Acho la corrida de Salento, que no embistió; topó, gañafoneó y sacó guasa para coger. 

(Texto y fotos de Juan Medrano Ch. Especial para Perú Toros y revista Fiesta Brava)


Una corrida de toros fuera de tipo y remendada saltó ayer a la arena de Acho, de un hierro sin listón e irrelevante historia. En principio sonaron pitos y matracas, pero conforme saltaban uno a uno y no había más, la gente tragó y entonces nos embarcamos en el velero de la emoción; prisas, arrebatos, angustias, miedos y pasmos por las ponzoñosas miradas de los toros, que escarbaban y lo pensaban midiendo, antes de arrear para coger sobre seguro a los que se ponían delante.

ACHO: LOS TRES NOVILLEROS ESPAÑOLES ESTUVIERON POR DEBAJO DE LAS EXPECTATIVAS

Los tres encabezan el escalafón español y se enfrentaron a novillos de Santa Rosa de Lima; aunque no todos fueron de éxito, no pudieron aprovechar a los que sí sirvieron. 

(Pabo J. Gómez Debarbieri) 


Ayer actuaron tres experimentados novilleros españoles. Encabezan el escalafón y han toreado este año entre 45 y 67 novilladas. Tomarán la alternativa el 2015. Uno esperaría toreros con cierto cuajo y experiencia. Sin embargo, ello no fue lo que vimos. Borja Jiménez (de verde hoja y oro), Francisco José Espada (de tabaco y oro) y José Garrido (de sangre de toro y oro) no nos dejaron satisfechos.

PERÚ EN MI SANGRE

El diestro español Francisco Torres Jerez, agradece al Perú. En estas tierras he visto la muerte de frente y gracias a la diligencia de sus autoridades y médicos me han devuelto a la vida.


Puedo decir que llevo a Perú en mi sangre. Por varios motivos. El primero y fundamental porque como torero me ha abierto las puertas de sus plazas para poder hacer muchos paseíllos. En segundo lugar porque su afición, profesionales del toreo, empresarios y ganaderos de bravo me han acogido y tratado siempre con el cariño y respeto que cualquier ser merece y necesita. Y por último, porque en estas tierras he visto la muerte de frente y gracias a la diligencia de sus autoridades y médicos me han devuelto a la vida. Sí, os llevo muy dentro.