domingo, 6 de marzo de 2016

SOBERBIO ROCA REY, QUE CORTA UN RABO Y SALE A HOMBROS CON ADAME Y GARRIDO

Gran nivel de los jóvenes en una triunfal corrida matinal. Se lidió una buena corrida de Núñez del Cuvillo con dos toros, tercero y cuarto, premiados con la vuelta al ruedo en el arrastre.

(www.elmundo.es)


El diestro peruano Andrés Roca Rey cortó los máximos trofeos de su primer toro, en un lo que fue hoy un gran espectáculo taurino matinal en Olivenza, donde el mexicano Joselito Adame y el extremeño José Garrido se unieron también al triunfo con tres orejas cada uno.
La juventud es el futuro de la Fiesta, de eso no cabe la menor duda. Los más nuevos son los que tienen que tirar de un carro cada vez más cargado de lastres de todo tipo.

Es necesario que salgan nuevos valores y demuestren que esto del toreo está más vivo que nunca, como esta mañana en Olivenza, donde tres jóvenes toreros han vuelto a erigirse en diamantes en bruto del toreo actual.

El mexicano Joselito Adame, a punto de cumplir los 27 años; José Garrido, con 22; y el peruano Andrés Roca Rey, con 19 primaveras, han demostrado que está capacitados para refrescar, instalarse en lo alto y quedarse para mandar. Sin olvidar los López Simón, Morenito de Aranda, Juan del Álamo... Hay competencia, hay hambre y hay futuro. La Fiesta está de enhorabuena.

Volviendo a lo que dio de sí esta cuarta de Olivenza, el balance artístico se saldó con un total de ocho orejas y un rabo, con el cénit de la mañana en la faena de Roca Rey al tercer toro de una cómoda y desigual corrida de Cuvillo, con dos de sus toros premiados con la vuelta al ruedo en el arrastre.

Fue ésta de Roca Rey al tercero una faena excelsa, de mucho temple y gusto manejando el capote, y de tremenda variedad e improvisación en la muleta. A los cambiados por la espalda, circulares y arrucinas, brotó el toreo al natural, aprovechando muy bien la calidad del "cuvillo" por ese pitón y cuajando series rotundas.

El epílogo de frente sobre la diestra y las "luquecinas" y otros alardes de fin de obra, pusieron al público en pie, llegando a pedir hasta el indulto del toro, que, finalmente, no fue concedido. Entró la espada y para él fueron los máximos trofeos de un gran toro, premiado con los honores póstumos de la vuelta al ruedo.

La condición del que cerró plaza estuvo en las antípodas de este toro anterior, pero Roca Rey, firme y valiente, acabo imponiéndose. Lástima que no ayudara la espada. Saludó una ovación.

Adame anduvo por encima del recortadito y blandito primero, al que toreó con tesón en una esforzada y laboriosa faena en la que contó también mucho el explosivo fin de obra por manoletinas. Logró un apéndice.

El cuarto fue el otro toro importante de la mañana, y Adame, que se mostró animoso y variado con el percal, lo cuajó de cabo a rabo, aprovechando muy bien las notables cualidades del repetidor y encastado "cuvillo", con el que acabó "abandonándose" entre los olés y continuos aplausos del respetable.

Hubo también amago de indulto, que no se dio, y tras la estocada le fueron concedidas a Adame las dos orejas de otro ejemplar premiado con la vuelta al ruedo en el arrastre.

Garrido fue el primero en enseñar los dientes, en el segundo de corrida con un saludo capotero por faroles de rodillas, que prendieron los tendidos. El toro, de menos a más, facilitó el lucimiento del pacense, logrando los muletazos con hilo de oro por los dos pitones. Acabó faena también de hinojos para agarrar un espadazo lo cortar las dos orejas.

El quinto no se dejó tanto, al contrario fue un toro reservón y nada agradecido, pero Garrido, que volvió a gustar con el capote, anduvo en plan poderoso, tratando de imponerse y no volver la cara, y acabar cortando otra merecida oreja.