lunes, 23 de noviembre de 2015

CUBAS CORTA UNA OREJA A UN TORO DE LA QUINTA EN ACHO

Sosa, descastada y justa de fuerzas, la corrida no fue fácil; tuvo dos puñales por delante y careció de claridad en la embestida, desarrollando sentido para coger. Urdiales estuvo a la altura con un lote casi imposible; Luque pasó de puntillas y Cubas –con técnica y conocimiento-, sacó partido del menos complicado cortando una oreja de peso en Acho. Los taurinos reventadores de dentro la plaza no disfrutaron con lo poco bueno, en cambio chillaron más que los treinta enardecidos que fuera del coso abogan por extinguir la fiesta… 

(Textos y Fotos: Juan Medrano Chavarría. Especial para Perú Toros y revista Fiesta Brava) 


Como era previsible, la tarde no fue de florituras. Los toros de La Quinta, encaste Santacoloma, que en España está en el rango de las llamadas CORRIDAS DURAS, -y que por tanto sólo las torean los denominados toreros modestos y NO LAS FIGURAS, tal la miurada del pasado 8 de noviembre-, tuvieron un magro desempeño en Acho; y ni el oficio y la voluntad desplegada por sus lidiadores trastocó el mal agorero destino de la tarde. 

Los zalduendos de Morante y Talavante fueron más chicos y pobres de pitones que cualquiera de los que saltaron ayer domingo día 22; los de Daniel Ruiz que mataron Castella y López Simón tampoco inspiraron miedo; con la gran diferencia que aquellas dos corridas tuvieron nobleza y algunos toros mucha calidad en la embestida; resultado de la manipulación genética que ha quitado la fiereza al toro de lidia, logrando un animal de comportamiento previsible, de embestida rítmica y acompasada, a pelo con las exigencias de las mal llamadas figuras del toreo, que mandan en el negocio e inventan circunstancias adversas para impedir el ascenso de toreros que por merecimiento propio deberían estar en la cima. 

El de ayer fue un toro diríamos casi en estado puro, cuyos ganaderos, tal los de Miura, entre otros criadores de rancio, no han manipulado ni la raza ni el fenotipo de su encaste primigenio. Entonces, enfrentarse a toros como estos, astifinos además, supone un especial desafío y orgullo para el que se pone delante y triunfa con ellos…Lástima que mucha gente no supiera de esto, para valorar en su justa medida lo que dos toreros hicieron ayer en el albero de Acho

Diego Urdiales, uno de los grandes triunfadores de la temporada española, a quien el injusto sistema imperante en el negocio del toro relegó al ostracismo por más de una década, mostró la valía de su toreo ante dos toros de distinto comportamiento pero similar epílogo. El 1°, carente de arrestos y fuerzas, duró apenas cinco lances, más el proverbial remate enroscándose el capote a la cintura, con que el torero de Arnedo abrochó primorosamente la serie. Tras el puyacito de Caro el toro blandea, se mueve sin son y brusco. El torero lo tiempla pero no hay emoción; por el pitón izquierdo rebrinca y como no hay por dónde hilvanar, lo despacha sin más. 

El 4° no se emplea en el capote y tras el puyazo de Ángelo Caro va codicioso tras la muleta. Urdiales lo somete por bajo sintiéndose. Fija al toro y con mano firme se desbroza en derechazos rebosantes de temple y mando. Suena la música y Acho rompe en ovaciones. El pitón izquierdo es inoperante y cuando vuelve a derechas el animal renuncia a los envites y pasa sólo por inercia, suelto, distraído y sin arrestos para repetir. 

Cubas volvió a comparecer en Acho después de tres temporadas de ausencia forzada. Exhibió técnica y oficio ante el 2°, cuya virtud fue moverse y repetir sin ritmo ni clase. El huancaíno mostró la solvencia de su toreo desde el capote, en vistosos lances a un bicho que no se define y echa las manos por delante. Los quites por chicuelinas tienen gracilidad y el remate cargándose el capote a la cadera tiene añejísimo sabor. 

Inicia sometiendo por bajo y tras fijar a su enemigo cita en largo con la muleta por delante. El animal tardea y dejándose ver cruzado fluyen tandas con la mano derecha. La tercera serie es templadísima y a la quinta Acho rompe porque el torero se entrega y su quehacer cala en el alma de la gente, con un toro –he allí el detalle-, que no tiene calidad pero se mueve. 

Por el otro pitón el toro también va desclasado, embarcándose en los vuelos de la muleta del huancaíno. No hay conjunción porque la embestida es atípica, echando el burel la cara arriba a pesar del buen juego de muñecas del torero; el mérito está en que hay toreo porque los pases son hasta el final, ligando los muletazos con temple y arrematados con el de pecho. 

El 5° no dice nada en el capote, estira el cuello arrollando pero el torero lo tiempla y se siente con fugacidad; coloca en largo al toro que se arranca al caballo en armonioso galope. Repite el envite y el animal acude a la suerte pero no hace sangre. No define su comportamiento y las primeras arrancadas son de corto trazo. El torero se emplea pero no hay respuesta de los tendidos. Insiste, encuentra el hilo de la madeja y tras dos series templadas de derechazos suena la música. 

Se pone de a verdad, el bicho pasa pero no se encela, va suelto a su aire y pareciera que no mandara nadie. Juan persevera y logra derechazos tirando del animal. Lastimosamente las series no calan por lo deslucidos que resultan los remates, con un toro que no rompe al final de los muletazos y menos se emplea con celo en los de pecho. 

Burdo de capote es el 1° de Daniel Luque. Tiene poca fuerza pero el sevillano lo brinda a la afición de Lima. Inexpresivos muletazos por el pitón derecho porque el toro no tiene nervio y carece de recorrido. Por el izquierdo lo cita muy fuera de cacho, el toro deviene gazapón y lo despacha sin resolver la papeleta. El 6° tampoco trae cosas buenas, observa mal estilo y busca el bulto para coger. La respuesta del torero es ordinaria y hasta grotesca, con trapazos que denotan orfandad de planteamientos y nulo compromiso para resolver con prestancia y torería. 

Ficha. Domingo día 22 de noviembre. Cuarta Corrida de Abono de la Feria del Señor de los Milagros. Tarde nublada con tres cuartos de entrada. Reses de La Quinta, -el 2° un auténtico novillo con el guarismo 2 en el brazuelo-, descastadas y de escasa fuerza. Diego Urdiales (Grana y Oro) Estocada entera desprendida y delanterilla, palmas y pitos al toro. Estocada baja, silencio. Juan Carlos Cubas (Nazareno y Oro) Estocada desprendida, oreja y palmas al toro en el arrastre. Estocada calada, media estocada, silencio. Daniel Luque (Verde Botella y Oro) Tres pinchazos, estocada entera, palmas y pitos. Estocada caída, silencio. Incidencias.- Se desmonteró el banderillero español Abraham Neiro, en el corrido 3°, y el subalterno nacional Denis Castillo, en el lidiado 4°. 


 Urdiales, el gran torero de Arnedo, sorteó un lote casi imposible...

 Pero supo estar a la altura de su gran categoría...

 Aunque la otrora buena afición de Acho, ahora en franco declive, no lo entendiera, supo estar en torero y siempre de a verdad.

 Cubas reapareció en Acho después de tres temporadas de forzado exilio...

 Dando la cara como los buenos toreros...

 Con firmeza de plantas y temple -porque los toros de La Quinta no son para gustarse-, refrendó su cartel de torero de Acho...

 Cuajando a este toro que medio se dejó...

 Paseando una oreja arropado por el cariño de la afición limeña.

A Daniel Luque no le rodaron las cosas...

Pero tampoco le dio importancia al compromiso, que no era para él.