domingo, 26 de julio de 2015

HERRADERO EN LA GANADERÍA “CORAZÓN DE ORO” (CHUQUIZONGO – LA LIBERTAD)

Se marcaron 30 ejemplares, 22 hembras y 8 machos. Gran ambiente se vive desde muy temprano con la llegada de las reses traídas desde los amplios campos de la ganadería guiados por cabestros y vaqueros a caballo que con voces y silbidos llegan hasta la placita de marcación llamada La Banda.

(Miguel Pardo)


Volver a Chuquizongo, a la casa del recordado matador de toros y ganadero liberteño, Ángel Vargas “El Temerario”, nos causa una singular sensación de pertenecer a esta hermosa tierra de fuerte sol y calor humano. Los hijos del maestro, ahora llevan las riendas de la ganadería y al llegar, corren tras nosotros a estrechar las manos de bienvenida, y ofrecer una gran recepción junto a los vaqueros y familiares que irán al campo montados a caballos tras las reses que serán marcadas desde media mañana. Al instante surgen los recuerdos de gratos momentos vividos en el pasado ganadero de esta tierra, los abrazos con los amigos de siempre y los ganaderos Luis, Ángel y Cari Vargas Silva, nos llenan de atenciones. 

La ganadería “Corazón de Oro”, sigue su marcha mirando hacia adelante, nos explica el ganadero Luis Vargas Silva, que cuenta con el apoyo técnico de su hermano menor, Ing. Ángel Vargas Silva y gente de confianza en labores de campo. Antes de iniciar la marcación ha reunido a todos los familiares e invitados en el ruedo y el ganadero con una copa de vino en la mano ha dicho: “Amigos, hoy recordamos la partida de mi padre junto a nuestro creador y en su honor ofrecemos esta faena de campo como él lo hubiera querido, recordando a nuestra madre y hermano como las personas más importantes en nuestras vidas; mis hermanos y yo valoramos su legado y seguiremos trabajando con fe por el bienestar nuestra ganadería”.

La jornada se inició la mañana del 25 de julio, se herraron 22 becerras y 8 machos de destete; participó el matador retirado Segundo Llanos, “El Campesino” quien vive en Chuquizongo, y el diestro trujillano, Antonio Reyes “El León”, además de invitados y público informado que sumaron casi las 200 personas. 

La placita de marcación construida con pircas de piedra está en el sector La Banda, distante a 20 minutos del pueblo y al borde del camino en un campo cercado con plantaciones de la zona. Entrando y cruzando un pequeño riachuelo, nos recibe la menor de las ganaderas Cari Vargas Silva quien con un grupo de mujeres, avivan el fuego del fogón donde preparan un rico potaje y que previo, decidieron sería un novillo el que se degustaría, que antes Antonio Reyes toreo a placer.

Don Juan Sifuentes ex mayoral de la antigua ganadería Chuquizongo, con más de 90 años de edad y con todas sus facultades subido en una tapia, como si fuera un chaval con cuaderno y lapicero en mano es quien lleva los números y anotaciones del herrado junto al ganadero Luis Vargas Silva, uno a uno van saliendo las reses que aguardan en los corrales en su mayoría, de capa negra para recibir la marca "V" y la corona a fuego.

Al final el ganadero cedió una becerra a Nicolás Marreros, aficionado y amigo del mundo del toro que aprovechó de la nobleza y fijeza del ejemplar. Luego todos disfrutamos de un gran banquete que se prolongó en una gran fiesta campestre. ¡Suerte ganaderos de Corazón de Oro!



 El mayoral llega con las reses a los corrales de la plaza de marcación.

 Brindis en honor al fundador de la ganadería matador Ángel Vargas "El Temerario".

 Hierros al fuego.

 Los ejemplares aguardan en la manga.

 El hierro V y corona.

Don Juan Sifuentes en las anotaciones y calificación de los ejemplares. 

 El matador Antonio Reyes en la prueba de burladero a burladero.


Un macho herrado. 

 El matador Antonio Reyes.

El banquete campestre.