sábado, 20 de octubre de 2012

TORERO ESPAÑOL JUAN JOSÉ PADILLA, SOBREVIVIENTE DE UNA FEROZ CORNADA, DEBUTARÁ EN ACHO

Se confesó con "Somos" sobre lo que vivió hace un año, cuando un toro le destrozó el rostro. Perdió un ojo y estuvo varios meses en rehabilitación.

JUAN JOSÉ PADILLA, EL HÉROE , SE PRESENTA EN ACHO EL DIA 09 DE DICIEMBRE, NO PUEDES PERDÉRTELO !!!!!

Los toros han marcado la vida de Juan José Padilla. Literalmente. Una espeluznante cornada en el 2011 le destrozó el rostro, le costó un ojo y lo tuvo varios meses en rehabilitación. Pero nunca pensó en dejar el ruedo. Este año, vestido otra vez con su traje de luces y con un parche en el rostro, debutará en Acho este 9 de diciembre.

Hace unos días, Juan José Padilla salió en hombros del Coso de la Misericordia en Zaragoza. Hace un año, el torero salió de ese mismo escenario pero en ambulancia. Un toro le había destrozado el rostro de una cornada implacable: tirado en el piso, un cuerno atravesó su mandíbula y llegó hasta su ojo izquierdo. Esa tarde no se gritó “Olé”. La única voz que se escuchó fue la de Padilla gritando ‘¡No veo, no veo!’ mientras, cubierto de sangre y polvo, era guiado a la enfermería. Nadie dijo nada. En los tendidos y las gradas solo había espacio para el miedo y el horror disfrazado de silencio. Su carrera se había terminado. Nadie sabía siquiera si sobreviviría...


España –taurinos y antitaurinos incluidos- se paralizó. Una fotografía de la cornada atravesó el mundo mientras Juan José, en el hospital, se enfrentaba a la bestia más despiadada de todas, la muerte. Cinco operaciones, siete placas de titanio y más de 50 tornillos después superó la embestida. Le reconstruyeron el rostro. Un parche negro cubre su ojo izquierdo, inutilizable tras el accidente. Para el torero, los doctores fueron las manos de Dios. Padilla volvió, no solo a la vida, sino también al ruedo.

*¿Cómo se regresa a los toros después de un accidente como el suyo? *
Nunca dudé que volvería. El toro lo es todo para mí. Aun internado en el hospital, siempre tuve el deseo y la ilusión de vestirme de torero. No podía dejar que un toro me apartara de los ruedos así porque sí. Cómo él iba a tomar la decisión del retiro por mí.
  
Para ver la entrevista completa accede a la edición de hoy de “Somos” (pág.46).