lunes, 6 de febrero de 2017

BARRANTES A HOMBROS EN ESPINAR

En la plaza Versalles, de esta lejana provincia cusqueña, el torero cajamarquino cortó las dos orejas del corrido 3°, en tanto Cristóbal Pardo y Miguel Tendero pasearon oreja por coleta. En tarde lluviosa, la corrida de Campo Bravo saltó terciada, joven y siempre al hilo de las tablas. Unos medio embistieron y otros recularon, pero sin maldad…

(Desde Espinar, Cusco, Juan Medrano Ch.)


Qué inmenso es el Perú, y qué rico…Agua, tierras, pastos y mucho metal en la entraña de sus cerros. Cusco, antigua capital del gran imperio del Tahuantinsuyo y uno de los siete focos culturales de la humanidad, alberga muchos pueblos taurinos poco conocidos, destacando entre ellos Chumbivilcas, con la gran plaza de Santo Tomás, y por supuesto la frígida Espinar, al sur de la gran urbe, con su fiesta de la Virgen de la Candelaria, la más importante del calendario festivo sureño.

En aquella ciudad enclavada a más de 3,000 metros de altitud, se dio un festejo extraordinario el domingo día 5 de febrero, el mismo día del aniversario de la plaza México, la más grande del mundo. En Espinar partieron plaza el diestro de Colombia Cristóbal Pardo, el español Miguel Tendero y el nacional Emilio Barrantes, ante reses de la ganadería viraqueña Campo Bravo, muy jóvenes y de discretísimo juego.

La afición local guardó respetuoso silencio al evocarse la trágica desaparición de cinco toreros en diversas circunstancias, algunos corneados y muertos en la misma arena. La corrida inició a las cuatro de la tarde menos treinta con casi tres cuartos de entrada y cielo entoldado y amenazante de lluvia.

Los animales anduvieron muy orientados a las tablas y en el caso del lote de Cristóbal Pardo, prácticamente sólo le sirvió el 1°, que le duró muy poquito y por ello tuvo que extraerle con persistencia algunos muletazos por el pitón derecho, adornándose con recortes y otros recursos hasta que hundió el estoque y paseó una oreja. A Tendero el 2° apenas le dejó acomodarse para gustarse con el capote, pues en la muleta reculó y mucho, siendo imposible hacerlo pasar. El 5° se movió, duró más y vimos el gran toreo de capote del español, enganchando con las bambas y trayéndolo toreado. En la muleta no exhibió clase pero embestía a su aire, aprovechando el diestro para recetar circulares que el público celebró, pinchando y perdiendo los trofeos que prácticamente los tenía en el esportón.

Emilio Barrantes se llevó el lote y medio lo aprovechó, bastándole sólo triunfar con el 3° para alzarse con el trofeo de la corrida. Pese al buen resultado y la grata estela que dejó en la afición sureña, Emilio pudo redondear con el 6°, que debió romper a bueno si el joven le hubiera prestado mayor atención. De todas maneras, Barrantes se dio a conocer y nada mejor que agitando las peludas y saliendo en volandas, que es como los toreros deben salir de las plazas todas las tardes.

Ficha. Domingo día 5 de febrero de 2017. Plaza de Toros Versalles, con tres cuartos de entrada y cielo cubierto de nubes grisáceas. Reses de Campo Bravo para los diestros Cristóbal Pardo (Grana y Oro) Estocada entera, oreja. Estocada trasera, dos pinchazos, estocada delantera, palmas tras dos avisos. Miguel Tendero (Sangre de Toro y Oro) Estocada caída, oreja. Tres pinchazos, estocada entera, saludos. Emilio Barrantes (Blanco y Plata) Estocada caída, dos orejas. Cuatro pinchazos, media estocada delantera, media estocada caída, silencio tras dos avisos. 


 El alferado y familia ingresando a  la antigua iglesia de Yauli para el tradicional homenaje a la Virgen de la  Candelaria...

 Y el homenaje póstumo a los toreros caídos en el 2016, año trágico para la fiesta.

 La corrida saltó terciada y apocada de casta; eso sí, con mucha nobleza. En la foto, Pardo sometiendo por bajo al primero de la tarde...

 Que le permitió torearlo con la mano derecha, en muletazos de buen corte. En cambio el 4° se le fue para las tablas...

 Paseando una oreja que el torero caldense disfrutó.

 Tendero mostró mucha solvencia  y casi jugueteó con su lote. El 1° pronto se le rajó...

 Y tuvo que tocarle los lados antes  de fulminarlo...

 Y cobrar un trofeo del  mansito...

 Con el 5°, que predecía cosas mejores, exhibió mucha torería, justificándose largamente. Pena que lo pinchara.

 Barrantes, nuevo por estos lares, gustó por sus finas maneras...

 Haciendo lo justo para saldar con  triunfo...

De dos orejas, convirtiéndose en el triunfador de la corrida.