domingo, 14 de febrero de 2016

QUÉ NATURALES LOS DE CASTRILLÓN...

Crujió La Macarena con el buenhacer del torero antioqueño Luis Miguel Castrillón, un perfecto desconocido que regaló momentos de gran torería en Medellín. La orejita que paseó supo a poco para lo hecho, pero cierto es que hay madera de torero... Diego Ventura pinchó gran faena al 4° y Fandiño estrelló sus virtudes contra dos incombustibles de don Ernesto Gutiérrez…

(Desde Medellín, Colombia, textos y fotos de Juan Medrano Chavarría, especial para Perú Toros y revista Fiesta Brava)


Cuando confluyen la mansedumbre y el mal estilo los toros dejan de ser un albur y devienen en acertijos desconcertantes para los toreros. Renuncian a pelear; de pronto escarban y se arrancan, van o no van apretando a veces, o sueltos como moruchos. Esa fue la tónica de la corrida de Ernesto Gutiérrez, con dos lunares, 3° y 6°, que permitieron expresarse con belleza al torero de la tierra Luis Miguel Castrillón, en faenas de altísimo calado lastimosamente irrefrendadas con los aceros.

Con apenas dos años de alternativa y escasas presentaciones en plazas colombianas, el joven Castrillón estremeció de emoción a la afición paisa. Rápidamente entendió las condiciones del 3° y se apretó por chicuelinas rebosantes de gracilidad. El animal traía un buen pitón izquierdo y el torero lo vio claro desde el principio; echóle la pañosa a los belfos y tiró de él con un temple fabuloso, jaleando la plaza con olés retumbantes. Los muletazos fluyeron perfectos; juego de muñecas, cintura rota, entregadísimos y barriendo la arena. El tiempo se detuvo en la plaza, repitiéndose la sinfonía en el 6°, en aquel inolvidable galleo capotero con que el torero llevó al caballo a Guacamole. Cierto que anda verde con la espada, pero lo demás está dicho. Aquí hay torero y su administración tiene que apuntar a las grandes ferias colombianas.

La actuación de Diego Ventura fue otro buen compendio de la más alta escuela del toreo a caballo. Un lujo verlo en América con su bien afiatada cuadra de corceles, interpretando las diversas suertes ante un público que gusta mucho de este espectáculo. El 1°, por rajado, le puso trabas a su despliegue; aún así, porfió encelando y arrimándose para sacar de sus querencias al animal. La apoteosis llegó con el 4°, que se movió de salida y anduvo más fijo en los cites. Esta faena sí que tuvo estructura y allí está la atronadora ovación con que el público correspondió la manera en que el lusitano templó a la grupa al animal. Los previos de las banderillas también fueron extraordinarios, arrimándose casi hasta el hocico del toro por detrás, para cambiárselo de terrenos, llevándolo toreadísimo. Y qué cabriolas, desengañando al toro para clavar a dos manos y desatar el delirio. Tampoco estuvo fino con el rejón y fue casi obligado a saludar una ovación tras escuchar un recado.

Iván Fandiño no tuvo una buena tarde pero dejó patente su gran cartel. El 2° tuvo algún arresto por el pitón izquierdo y por allí logró someterlo con hondura y profundidad, sintiéndose él y extrayendo del bicho lo que no tenía. Tampoco renunció a la mansedumbre del 5°, muy renuente a embestir. Lo atacó él arrancándole muletazos en las querencias y anduvo siempre por encima de las malas artes del morlaco. Ambas faenas no tuvieron buen colofón y el torero de Orduña tuvo que marchar en resignación.

Ficha. Sábado día 13 de febrero de 2014. Corrida de Toros. Reses de Ernesto Gutiérrez, de buena presentación y diverso comportamiento, destacando el 3° y 6°. Diego Ventura, siete pinchazos, rejón caído, silencio y pitos al toro. Tres pinchazos y rejón trasero, saludos tras aviso. Iván Fandiño (Espuma de Mar y Oro) Pinchazo, estocada entera, saludos tras aviso. Pinchazo, estocada delantera, saludos. Luis Miguel Castrillón (Perla y Oro) Estocada delantera y caída, oreja y palmas al toro. Pinchazo, media estocada tendida, estocada caída, ovación tras aviso y palmas al toro en el arrastre.


 Diego Ventura tuvo un gran preámbulo en ambas faenas...

 Pero no llegó a coronar a pesar del gran ambiente que dejó en La Macarena.

 Iván Fandiño, como es usual en él, salió a dejarlo todo en la arena...

 Al 2°, rajado, le plantó pelea...

 Logrando someterlo y hasta gustarse en muletazos de mucho sentimiento...

 Pero con el 5° la lucha fue cuerpo a cuerpo, saliendo airoso el torero de Orduña.

 El antioqueño Castrillón tiene gusto para torear...

 Este galleo fue de veras proverbial...

 Y un par de monstruos en su cuadrilla Carlos Garrido...

 Y Ricardo Santana, que saludaron ovaciones...

 Castrillón se llevó el lote...

 Pero el verdadero mérito fue que los descubrió...

 Y los cuajó...

 Con la mano de la verdad...

Cortando una oreja de oro puro en su tierra.