martes, 7 de agosto de 2018

Sánchez Vara y el querer ser

Mucha ambición y hambre de triunfo del madrileño para triunfar ante una correosa pero complicada corrida de Camponuevo. Alfonso de Lima y Colombo también tocaron pelo en el tradicional festejo en honor a Santo Domingo de Guzmán, patrono del taurinísimo distrito de Palca. 

(Desde Palca, Tarma, Junín, Juan Medrano Chavarría)


Como es norma, los toros no saltan al ruedo para regalar confites, sino a sembrar miedo y en ocasiones, a repartir cornadas. La corrida de Camponuevo no apuntó aquella dulzura ni docilidad anhelada por los toreros para disfrutar y relajarse; en cambio, hubo que montar guardia permanente para no dejarse sobrepasar por las maliciosas miradas, arrancadas y arremetidas de estos movedizos ejemplares que cría con mucha afición don Rafael Puga Castro. 
A este panorama hubo que ponerle mucha actitud. Y en esto el madrileño Sánchez Vara estuvo superior, derrochando sapiencia, personalidad y arrojo de jabato. Por eso triunfó. Así lo entendió la gente desde que se abrió de capa, sin aburrirse jamás y haciendo literalmente, de tripas corazón. Su dominio al primero, traducido en cuatro o cinco muletazos con la mano izquierda, alguno con sabor añejo, a un animal de escasísima clase. La faena al 4° tuvo idéntica tesitura, con el plus que sudó más el traje y perseveró hasta extraer el último aliento al reticente que porfió defendiéndose, sin entregarse jamás. Con el público caliente, se perfiló y aunque de ejecución imperfecta, logró una estocada que aniquiló al animal sin devaneos de ninguna clase, alzándose con los dos trofeos que a la postre cambió por el escapulario del patrono Santo Domingo de Guzmán. 

Alfonso de Lima tuvo material en el corrido 2°. Por el pitón derecho el animal iba con cierta claridad y vimos muletazos aseados aunque sin esa pizca de pausa y pasmo para disfrutarlos. Una trincherilla tuvo sabor y verdaderamente impotable por el otro flanco, por donde el animal apuntaba y seguía el derrotero para coger. Foncho lo mató con el corazón y la gente lo arropó mucho cuando exhibió la oreja del colaborador. Con el 5°, de escasa condición para la lidia, se aburrió y decidió cortar por lo sano. A Colombo no le fue mejor, aunque nos quedamos con la impresión que sorteó el lote con menos defectos. El 3° metió la cara en el capote y sin considerar las malas artes que traía por el pitón derecho, por el otro lado daba ciertas ventajas que el venezolano aprovechó para llevarlo toreado, sin llegar a romper. El 6° tuvo mayores virtudes pero tardó en acoplarse el joven torero. Tal vez si le hubiera dado mayor importancia otra hubiera sido la historia. Sin embargo, tras un par de series con la mano derecha, alguna deslucida por una supuesta lesión del animal en la mano izquierda, la gente medio se calentó y tras matarlo con rotundidad, paseó un trofeo entre sombras. 

Ficha. Domingo día 5 de agosto de 2018. Reses de Camponuevo, terciadas y complicadas que empujaron a los montados. Sánchez Vara (Gris Plomo y Oro) Estocada tendida y trasera, cinco descabellos, división tras aviso. Alfonso de Lima (Corinto y Oro) Estocada caída, oreja con petición de la segunda. Estocada contraria, delantera y calada, tres descabellos, palmas. Jesús Colombo (Azul Noche y Oro) Estocada contraria y calada, cuatro descabellos, palmas. Estocada entera, oreja. 

A las 15.30 horas, los toreros saltan al albero para iniciar el rito...


 El 1° tiene mucha movilidad pero menos toreabilidad...

 Derriba la cabalgadura del zambo Orodoñez...

 Y medio se emplea por el pitón izquierdo...

 El 4° tiene empuje pero tampoco permite relajarse a Sánchez Vara...

 Que lo derriba de un estoconazo...

 Y cobra las dos orejas del animal.

 El 1° de Alfonso de Lima tiene mejor condición...

 Y permite centrarse al torero por el pitón derecho...

 Pues por el izquierdo se quedaba corto y  recostaba por el lado del torero...

 Que va a por todas y logra una buena estocada...

 Paseando una oreja del Camponuevo.

 Gráciles los paroncillos de Colombo a su primero...

 Que mejor por el izquierdo, por donde vimos algo...En cambio el 6° tuvo nobleza y ritmo, pero no hubo acople, a más de una lesión del toro en la mano izquierda...

Con todo, Colombo lo fulminó como un rayo y saldó su actuación con una oreja.