jueves, 7 de julio de 2016

PUERTA GRANDE DE SERRANO Y EL YETA EN LAJAS

Se lidiaron reses de Capiro de Sonsón, Roberto Puga y San Simón, discretas de presentación y juego. El torero galo y el de Bambamarca saldaron a favor con la espada y al caer la noche fueron izados en triunfo en este acogedor balneario de la provincia chotana.

(Desde Lajas, Chota, Cajamarca, textos y fotos de Juan Medrano Chavarría)


Tras las fiestas juninas, llegan las de julio y Lajas, con su exuberante verdor y atemperado clima, es la más caracterizada de las ferias taurinas que se dan en este fabuloso circuito de pueblos que van desde Llama hasta la taurinísima Chota… 
A pesar del triunfo de dos toreros, la de ayer no fue una tarde redonda. La corrida regateó sus embestidas y hubo de porfiar para sacar agua del ducto. Conforme al protocolo, el caballero Andrés Chica abrió plaza ante un ejemplar colombiano de su tío Dayro, de bonitas hechuras pero distraído y desconfiado. El joven hubo de persistir muy por delante de la cara para encelarlo y lograr que le prestara atención, clavando banderillas, rosetas y adornándose muy toreramente en varios pasajes de la lidia. Su talón de Aquiles, al igual que la temporada anterior, fue el rejón de muerte y marchó premiado con palmas tibias.

Marc Serrano se dejó ver en ruedos peruanos después de algunas temporadas de ausencia. Torea muy poco en su país pero es torero de arte que ayer hizo el esfuerzo rodándole las cosas en la cuenta final. Su primero le dio escasa tela pero muy firme de plantas no renunció a nada. El 5° tuvo kilos y moviéndose más hubo materia prima que el galo transformó en bisutería bordándolo con el capote. Tras la vara el animal se tornó cicatero y hubo de poderle y mucho. Marc no se enfrascó en el pleito y tras pasárselo una y otra vez lo despachó con eficacia.

Cristóbal Pardo tuvo un lote dispar y de escaso recorrido. El 3° traía poca fuerza y tras emotivas banderillas y aseados muletazos, de uno en uno, el triunfo se esfumó para el caldense por marrar con el acero. El 6°, lidiado entre sombras, quedábase corto e iba con la testuz fuera de los engaños. Desbordante actitud, disposición y entrega la del torero, irrefrendadas nuevamente con la espada. El Yeta anduvo cómodo con un ejemplar del señor Roberto Puga con poquita fuerza y arrestos, pero con calidad y nobleza por abajo cuando se lo proponía. La faena del torero de Bambamarca fue por derechazos, desplantes y adornos que entusiasmaron al público lajeño, saliendo a hombros con el diestro galo Marc Serrano al finalizar la jornada.

Ficha. Jueves día 7 de julio de 2016. Primer festejo de la feria taurina en honor a San Antonio de Padua. Tarde soleada con tres cuartos de entrada. Reses de Capiro de Sonsón, 1°, Roberto Puga, 4°, y San Simón, 2°, 3°, 5° y 6°. Andrés Chica, rejón trasero, dos descabellos, palmas. Marc Serrano (Turquesa y Oro) Pinchazo, estocada desprendida, silencio. Estocada delantera y caída, dos orejas. Cristóbal Pardo (Concha y Vino en Azabache) Dos pinchazos, media estocada delantera, palmas. Dos pinchazos, estocada entera, palmas. César Bazán El Yeta (Azul Pavo y Oro) Estocada delantera y caída, dos orejas.


 La plaza de toros firme de Lajas, inaugurada en el 2013, está casi terminada. El paseíllo inició pasadas las cuatro de la tarde con claros en los tendidos...

 Y este caballero vestido a la federica llamado Andrés Chica, de Medellín, saludando a los tendidos...

Adornándose y encelando a la grupa a este toro de Capiro de Sonsón... 

 Al que banderillea en lo alto apretado en la montura.

 Este es el primero del francés Marc Serrano...

 Que hacía extraños al final del muletazo...

 En cambio el 5° tuvo la virtud de la movilidad...

Pero no dio muchas facilidades al galo...

 Que de todas maneras saboreó la miel del triunfo...

 Y -Turista- de San Simón, premiado con la vuelta al ruedo en el arrastre.

 El caldense Cristóbal Pardo supo entender a sus oponentes...

 Entusiasmando a los tendidos con sus fortalezas...

Con buenas dosis de gusto también...

 Pena que no coronara en la suerte suprema...

 El Yeta lidió un bonancible ejemplar del señor Roberto Puga...

 Con el que estuvo relajado...

Y triunfó.