Legado de bravo que renace en las feraces tierras arequipeñas
(Texto y fotos: Juan Medrano Chavarria)
Bajo la égida de Checayani, aquel legado ganadero fundado en Azángaro que lleva más de un siglo de tradición, la familia Macedo Ruiz - Torrico Quezada emprende un nuevo proyecto con lo selecto de la vacada fundadora, cuyos ejemplares pastan en la campiña arequipeña al pie de los volcanes más bellos del Perú.
Es un caluroso día de agosto y don Humfredo Macedo Ruiz nos recibe con su natural cordialidad en los bien cuidados predios de La Aurora, su elegante finca arequipeña. Lo secunda su yerno Renzo Torrico Quezada, actual responsable del manejo de la casa. La pregunta surge de natural: Tras la venta de Checayani, indiscutible emblema de las ganaderías de bravo sureñas, qué razones poderosas pesaron para continuar con la crianza de reses bravas…?
Y la respuesta fluye madura: “Pues naturalmente nuestra afición por la fiesta y por los toros”, acota el joven Renzo, aficionado de solera y descendiente de don Crisóstomo Torrico, caballero a quien la corona española cedió ingentes extensiones de tierras en Azángaro que posteriormente la familia Macedo adquirió para fundar la paradigmática Checayani..
(El reportaje completo en la edición N° 72 de la revista Fiesta Brava – Septiembre 2015).
Puka Uchu, el engreído de la dehesa.
Don Humfredo Macedo y el señor Renzo Torrico, propietarios de La Aurora.
Plaza de Tientas.
Modernas y funcionales instalaciones para el eficiente manejo del ganado bravo.
