domingo, 5 de abril de 2015

A DEFENDER LA FIESTA POR QUE ESTÁ MÁS VIVA QUE NUNCA!!!

Las Corridas de toros son una manifestación pluricultural “arraigada en el Perú criollo, mestizo y andino”. La imagen del diestro Víctor Hugo Garavito junto a dos niños en Taraco, Puno, es una muestra clara del arraigo a las corridas de toros en los pueblos del Perú profundo.

(Miguel Pardo)

Imagen captada luego de la corrida de toros en Taraco (Huancane, Puno, Perú), al noroeste del Lago Titicaca, sobre 4,000 mts. de altitud.

Los taurinos, no aceptamos la intolerancia de quienes propugnan su prohibición. "Rechazamos todo intento por abolirla y restringir su desarrollo, así como cualquier actitud que pueda liquidar esta tradición que, como todas, evoluciona por sí sola y que perdurará mientras los pueblos sigan apreciando su contenido y su estética", "es deber del Estado promover y difundir el arte y la cultura, y no, como pretenden ciertos sectores intolerantes, proscribirla con argumentos falaces"…

Aquellas declaraciones pertenecen a un manifiesto realizado en la temporada del 2012 por artistas e intelectuales peruanos a la cabeza del laureado escritor Mario Vargas Llosa; luego de ello los taurinos nos hemos mantenido en tensa calma por la amenaza constante de las corrientes anti taurinas que avanzan con la circulación de padrones buscando firmas de adhesión para lograr su objetivo, de prohibir las corridas de toros en todo el Perú.

Anti taurinos, que no han escatimado ningún lugar pensado para moverse en pos de su objetivo; hace unos días los discípulos de Isac Meckler, estuvieron en los consultorios externos del Hospital Oncológico de Trujillo, con su discurso en defensa de la mascotas “ayudemos a los perritos y gatitos”, exclaman tras ocultar sus verdaderos propósitos anti taurinos.

Las corridas de toros son una manifestación cultural porque son parte de nuestra historia y forman parte de la tradición de nuestro país desde hace casi 500 años. Costumbres taurinas, que son la parte central de las festividades de los pueblos del Perú, en el que se realizan un número superior a 600 festejos.

Tenemos un marco legal constitucional que ampara nuestros derechos, hagamos valer aquellos derechos irrenunciables y no permitamos que congresistas arribistas, atenten contra nuestra libertad y el legítimo derecho que nos asiste de concurrir a una plaza de toros con nuestros hijos, futuro y relevo de afición taurina.

Hagamos bien las cosas del toro, que las comisiones, mayordomos y capitanes de las fiestas taurinas, en el balance final de sus festividades a pesar de sus gastos y resultados, se queden con el gusto de repetir por devoción y por afición a la fiesta brava.