lunes, 27 de octubre de 2014

ACHO Y EL COLOR DE LA FIESTA BRAVA

Gente del toro, personajes y detalles taurinos en la Primera Corrida de Toros de la Feria del Señor de los Milagros Acho 2014, con astados de Juan Bernardo Caicedo, para Juan José Padilla, Antonio Ferrera y Miguel Abellán. 

(Miguel Pardo)

       El novillero peruano Joaquín Galdós y su mentor Fernando Cámara.

Corrida de Toros. Domingo día 26 de octubre de 2014. Tarde soleada con tres cuartos de entrada. Toros de don Juan Bernardo Caicedo, para Juan José Padilla (Berenjena y oro), palmas tras un aviso y palmas. Antonio Ferrera (Morado y oro), palmas y silencio. Miguel Abellán (Marfil y oro), oreja y oreja tras un aviso.

ABELLÁN, EL ROSTRO DEL TRIUNFO

El madrileño cuajó dos faenas con sello propio y salió por la puerta grande de Acho. Floja y menguada de casta la corrida de Caicedo. Guerrita se cortó la coleta y los antis volvieron a invadir el albero de la plaza. 

(Textos y fotos: Juan Medrano Ch. Especial para Perú Toros y revista Fiesta Brava) 


Buena tarde de toros la de ayer en Acho. Interesantes los matices de la lidia y la sapiencia que derrocharon los coletas para resolver las dificultades que planteó una corrida que en el balance truncó un mejor resultado artístico. Flojos en varas y los dos primeros toros corretones y huidizos, el 4° áspero y rebrincado y el 5° con peligro. Sólo el 3° y 6° se encelaron en la muleta aunque este último con muy poca fuerza. El espectáculo inició a las 15:40 horas y pésimo el desempeño de la presidencia, a pesar de estar integrada por dos matadores de toros como directores de cambio de suerte. La música es a mérito, no dádiva y debe cesar cuando el lidiador es desarmado. Acho tiene categoría y no solo se trata de que la gente se alegre, como dicen los listos, sino de preservar la grandeza del toreo.

TORERO HABEMUS

Joaquín Galdós hizo el toreo profundo y encajado, de exquisitez, aquel toreo de sentimiento, el que gusta al buen aficionado. Andresito no reeditó sus buenas actuaciones en plazas españolas y naufragó en el intento. La novillada de Santa Rosa, cómoda y acapachada, embistió pero le faltó el punto de raza y fuerza para romper. 

(Textos y fotos de Juan Medrano Ch. Especial para Perú Toros y revista Fiesta Brava) 


Una delicia volver a Acho, que luce bella y ataviada, como en sus mejores épocas, exhalando ese aroma a roble viejo de sus vetustas arquerías, con sus machones que desafían al tiempo. Allí pervive el vetusto mirador de Ingunza, allá arriba, desde donde el Virrey disfrutaba de aquellas corridas tricentenarias de caballeros y jamelgos…