domingo, 2 de noviembre de 2014

PERÚ EN MI SANGRE

El diestro español Francisco Torres Jerez, agradece al Perú. En estas tierras he visto la muerte de frente y gracias a la diligencia de sus autoridades y médicos me han devuelto a la vida.


Puedo decir que llevo a Perú en mi sangre. Por varios motivos. El primero y fundamental porque como torero me ha abierto las puertas de sus plazas para poder hacer muchos paseíllos. En segundo lugar porque su afición, profesionales del toreo, empresarios y ganaderos de bravo me han acogido y tratado siempre con el cariño y respeto que cualquier ser merece y necesita. Y por último, porque en estas tierras he visto la muerte de frente y gracias a la diligencia de sus autoridades y médicos me han devuelto a la vida. Sí, os llevo muy dentro.

Os aseguro que todo lo que ocurre “allende los mares” es recibido con mucha atención en España. Cierto es que a veces suenan más los percances en forma de cornadas que los triunfos. Y eso ha ocurrido, como todos vosotros sabéis, con el fuerte cornalón de tres trayectorias que sufrí en vuestra preciosa plaza de Cajabamba dos días después de que me otorgaseis el Escapulario de Ticapampa. Pese a que se ha destacado en los medios la realidad de la odisea vivida después de mi cornada donde se ha relatado hasta el mínimo detalle con el final feliz de que puedo contar lo ocurrido en mi proceso de recuperación, no sería justo no volver a repetir mis agradecimientos a todos aquellos que se volcaron conmigo de manera crucial en esos momentos.

Al matador de toros colombiano Cristóbal Pardo que hizo valer su condición para llegar a tocar las puertas que yo no podía y acompañarme para que mi ánimo no cayera. A mis representantes los toreros de plata Ricardo Ramos “El Loro” y Ronald Sánchez por su desesperación en que fuese atendido como merece un torero con cornada grave. Al ganadero Aníbal Vázquez por ponerse también en primera fila de los desvelos. Y, por encima de todo, al alcalde de Cajabamba Wilson Pesantes que pese a las carencias de dotación en la plaza hizo lo imposible por conseguir que se hiciera traer con urgencia y poner a disposición la ambulancia perfectamente equipada con asistencia durante el viaje de un médico y una enfermera. Al Doctor Zambrano que gracias a su diligencia y perfecta operación solucionó lo que fue, o se puede considerar, una primera cura y cierre para ir a las mejores manos posibles. En mi primera revisión, ya en mi tierra de Almería, por el cirujano taurino Doctor Diego Morata comprobó una magnífica intervención sin mayor necesidad que esperar a que la recuperación sea, como prevé, satisfactoria y plena. Y por último al Sindicato de Toreros Peruanos (SITOPE) que, gracias a su eficaz existencia, se ha hecho cargo de la totalidad de los gastos que ha supuesto mi percance.

Con el deseo de volver a vestirme de luces en “mi” tierra peruana para poderos agradecer con reposo y como merecéis vuestros desvelos, aciertos y dedicación por mi persona, desde mi tierra, con todo el afecto que podáis imaginar por vuestra amistad sin límites, aseguraros que sois parte de mí. No os olvido. Gracias a todos.

En Almería (España), 2 de noviembre de 2014.

Francisco Torres Jerez