martes, 8 de octubre de 2013

APOTEOSIS EN LA ETERNA NOVIA DE LOS ANDES

El toreo de gusto y poder de Nuno Casquinha y la contundencia estoqueadora de Fernando Roca Rey arreglaron una tarde que imponía dudas por el mal estilo del ganado. Emilio Serna fue volteado y al final dos toreros salieron a hombros.

Desde Carhua, Canta, textos y fotos de Juan Medrano Ch. Especial para Perú Toros.


Carhua es un caserío ubicado en las alturas de la ciudad de Canta a unos 110 kilómetros de Lima. Sus enrazados pobladores no encontraron otra solución que fundar el poblado en las mismas faldas de los cerros; y más cerca del cielo la llanura donde en octubre de cada año se instalan los graderíos para celebrar las corridas de toros que abrochan los festejos jubilares en honor al patrón San Miguel Arcángel.

El sábado muy temprano tomamos la vía del kilómetro 22 de San Felipe y viajamos por la otrora carretera asfaltada hoy en reconstrucción. Dejamos atrás los poblados de Yangas y Santa Rosa de Quives hasta llegar a Obrajillo, a puertas de la provincia de Canta. Desde allí el tramo hasta Carhua se cubre en media hora; es fiesta y sus pobladores derrochan jolgorio al son de las tonadas interpretadas por los conjuntos de música típica obsequiados al mayordomo.

Hay que salvar otro empinado tramo para ir a los toros. La gente sube por la carretera o toma los caminos que se han inventado para evitar el largo trecho. Los toros de don Rafael Puga son muy solicitados aquí, donde es reconocida la seriedad del ganadero en sus tratos. Esta vez la corrida saltó terciada, muy joven, con muy poca clase y doliéndose desde la salida; con una virtud, la movilidad. El 3° marcó la diferencia por su tamaño y buena clase, magistralmente aprovechado por el portugués Nuno Casquinha

Los toreros pasaron mucha fatiga con este material. El murciano Emilio Serna sorteó el lote menos propicio y tuvo que batallar para arrancarles un pase a cada uno de sus oponentes, que salían sueltos, sin fijeza y extremadamente desentendidos de los engaños. El nacional Fernando Roca Rey tuvo una tarde redonda por su gran contundencia con el estoque y los cinco naturales muy a gusto y relajado que dibujó con la colaboración del 5°, que se fue a más por la vehemencia del torero, que lo supo esperar y meter en la muleta.

Nada más abierto de capa Nuno escribió otra historia con el 3°, meciéndose a la verónica, rematando superior y galleando por chicuelinas para dejar el toro a merced del piquero Rafael López. Lo que vino después fue sencillamente el toreo sobre ambas manos para dejar sentado el dominio y la supremacía sobre el toro. Torero honesto y verdadero es el portugués, que nunca arredra y siempre va pa’lante en pos del triunfo. La faena al 6° tuvo importancia por los trofeos que cobró y el merecimiento de la puerta grande, que disfrutó al caer la tarde junto a Fernando Roca Rey.

La lección que nos deja esta tarde es que efectivamente el hombre puede cambiar su destino. Los toreros pueden cambiar la suerte de la moneda y de los papelitos en el sorteo. En manos de otros toreros el epílogo de la corrida hubiera sido otro y la culpa enrostrada a los toros, imposibles de quejarse y hablar.

Ficha.
Sábado día 5 de octubre 2013. Corrida de Toros en honor al patrón San Miguel Arcángel. Tarde soleada y plaza portátil La Macarena con el aforo cubierto.

Emilio Serna (Turquesa y oro) Estocada caída, silencio. Estocada delanterilla y desprendida, oreja.

Fernando Roca Rey (Lila y oro) Estocada entera desprendida, oreja. Estocada en todo lo alto, dos orejas.

Nuno Casquinha (Azul rey y oro) Tres pinchazos y estocada entera, vuelta al ruedo. Estocada desprendida, dos orejas.


Emilio Serna sorteó lo casi imposible...



A pesar que le puso ganas el toro hacía cosas muy extrañas...



Hasta que se lo echó a los lomos...



Pero la gente le agradeció la voluntad.



Fernando también tuvo que tragar...



Pero el 5° le embistió por el pitón izquierdo permitiéndole torear relajado.



Sin duda lo mejor de la tarde estuvo del lado del portugés Nuno Casquinha...



Que hizo el toreo bueno, el de siempre, el de toda la vida.