domingo, 29 de enero de 2012

ENTREVISTA A ISRAÉL LANCHO

“El orgullo, la pasión y el disfrute es lo que hace que el torero no abandone su profesión y luche por superar etapas difíciles” 

Fuente: Gloria Gil Talavero


¿Qué fue lo que hizo que desde pequeño soñara con ser torero? 

Todo viene porque cuando yo nací mi abuelo tenía una pequeña ganaderia de bravo y desde que tengo uso de razón veía allí a los toreros y sentí una gran admiración por ellos, a partir de entonces descubrí que con soñaba en ser torero. 
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Esta profesión es sacrificada y difícil, y los primeros pasos más aún, ¿cómo fueron sus inicios? 

Empecé siendo como la gracia de la familia, el nieto que quería ser torero. Cuando tenía cuatro años, mi abuelo organizó una fiesta campera y me echó una becerrilla de apenas 1 mes, ahí fue cuando comenzó todo. Ese es uno de los recuerdos más nítidos que tengo a esa edad tan temprana. Pero exactamente fue cuando cumplí los 15 años cuando ya me lo tome en serio, y le dije a mi madre que quería dedicarme a esto profesionalmente. 

¿Tres palabras con las que se defina Israel Lancho como matador de toros? 

Constancia, entrega y pasión. 

¿El torero nace o se hace? 

El torero nace, pero tiene que crecer y desarrollarse en un ambiente favorable. Hay gente que sin querer ser torero, gracias a estar en un entorno taurino, aprende el oficio de pegar pases a los animales, pero una cosa es pegar pases y otra muy distinta es torear, en este último caso, ya son palabras mayores. 

Las tardes en el lugar de procedencia son diferentes para todos los diestros. En su caso, ¿qué le hace sentirse especial cuando torea en tierras pacenses? 

Para mí ahora no existe diferencia alguna, intento evadirme del escenario que me rodea y desarrollo el ejercicio de torear, por así llamarlo de alguna manera, igual en todas las plazas e incluso en el campo a puerta cerrada. Concibo el toreo sólo de una manera, única y universal en cualquier escenario. 

¿Cómo sería una tarde perfecta? 

Tiene que tener de todo: entrega, peligro, triunfo, alegría, pena y, sobre todo, que la gente salga toreando de la plaza y con ganas de hacerse 200km para volver a verte. 

Una actuación que haya quedado en su memoria. 

Todas son especiales en la circunstancia en la que me encuentro, pero si tengo que destacar alguna, me quedo con la de Tafalla, fue muy especial para mí porque me sirvió para medirme a mí mismo, y era una apuesta muy difícil. 

¿Cuáles son las ganaderías con las que se siente más cómodo? 

Supongo que por todos es conocido de sobra las ganaderías que tienen más regularidad en las envestidas pero ahora mismo sé como soy yo y lo que me hace falta en mi carrera. Necesito un toro con mucha emoción y transmisión. 

¿Con qué se encuentra más a gusto con el capote o con la muleta? 

Me cuesta más torear con el capote porque el toro aún no está definido. Estoy intentando encontrar mi swing con el capote, pero seguro que lo encontrare porque ya empiezo a ver el fruto de mi siembra y de mi búsqueda. El maestro Andrés Vázquez me habla mucho de Victoriano de la Serna y estoy buscando videos de él para aprender. También hablo mucho con el maestro Ortega Cano sobre el capote; aunque reconozco que todos me hablan del maestro Fernando Domínguez que era grandioso al interpretar el toreo a la verónica, pero bueno poco a poco voy buscando, y quien busca, halla. 

¿Cómo definiría el momento actual por el que está pasando su carrera profesional? 

Estoy en fase de tránsito, un momento que tengo que aprovechar para crecer como torero y como persona, me estoy endureciendo; y esto me está sirviendo y aportando mucho. 

Un torero al que admire. 

Andrés Vázquez y Ortega Cano son mi referente por proximidad. Están siendo clave en mi carrera y por su historia, cómo han superado todas las adversidades hasta conseguir sus objetivos. Me veo muy reflejados en ellos. Pero, sin duda alguna, mi torero por excelencia es el maestro Juan Belmonte. 

José Tomás, una de las figuras del momento, ¿criticado o admirado? 

A José Tomás sólo se le puede admirar. En primer lugar, por su forma de interpretar el toreo, entrega al extremo máximo, eso para mí es ser honrado. Y segundo, porque él está fuera de todos los sistemas y ha sido capaz de crear el suyo propio, que es el que debería seguirse. 

De los 14 toreros extremeños en activo, Perera, Talavante, Ferrera y Juan Mora son los que aparecen con más frecuencia acartelados, ¿cómo os está afectando la crisis al resto de diestros de Extremadura? 

Ellos son los diestros que tienen grandes triunfos en Madrid, son las figuras ahora mismo y es normal que estén en todas las ferias, como debe ser. A los demás que estamos en la lucha nos afecta porque las ferias son más cortas y se dan muchas menos corridas. Además, si a esto le unes que exiges los mínimos establecidos, se acorta mucho el abanico. Pero tengo la moneda y la cambiaré en la primera oportunidad que tenga. 

Las Ventas, ¿es tanto como dicen, que te lanza o te deja en el olvido durante algún tiempo? 

La plaza de Las Ventas creo que es la mejor, es como una criba y hay que dar gracias a Dios de que exista; lanza a los que se colocan bien e interpretan el toreo con pureza, da igual la edad, la estatura o el estilo, si eres figura o no. Se busca la entrega y la colocación y, una serie de matices más. Es un coso de esos que tiene buena memoria, pero tanto para lo bueno y para lo malo. 

A lo largo de su trayectoria como matador de toros tuvo un grave percance con un toro de Palha en la Feria de San Isidro en 2009, ¿qué supone para un torero volver a los ruedos tras una cogida de tal envergadura? 

Es el renacimiento del torero. Hace sentirme más torero, si cabe, es una experiencia que no se busca, pero si se te presenta, debes disfrutarla porque no está al alcance de todos rozar la muerte y superarla, y te hace sentir especial. Ahora creo que todo está en la mente y pienso que mi carne es acero. Si me caigo, ya sé como levantarme; eso te hace invencible. “Quien domina al enemigo es poderoso, pero quien domina la mente es invencible” esta cita la llevo grabada desde entonces; la herida aquella tarde me la hizo en el pecho, no en la cabeza, y nunca dejé que me afectara en la mente. 

Juan José Padilla, un torero referente. ¿Qué es lo que hace a un torero no abandonar su profesión? 

El orgullo, la pasión, el integrismo, el romance, el disfrute… 

Tras la prohibición de los toros en Cataluña, ¿cómo ve el futuro de la Fiesta? 

Tengo la esperanza de que se produzca un efecto boomerang, que se refuerce la Fiesta en todas las comunidades autónomas y que finalmente se blinde, y por supuesto, que vuelvan a celebrarse corridas de toros en Cataluña.